El viernes 15 de febrero, primero de Cuaresma, tuvo lugar el viacrucis con el que la Agrupación de Cofradías de nuestra ciudad inaugura este periodo que la Iglesia quiere que dediquemos a la reflexión y adecuada preparación de la semana en que celebramos los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Nuestra Hermandad del Santísimo del Amor tuvo el honor de “protagonizar” en la imagen de nuestro Titular tal celebración. A las nueve de la noche comenzaba el viacrucis que tuvo su punto de partida en el Hogar San Rafael de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Un importante número de hermanos de las cofradías de Montilla, que a lo largo del recorrido fue en aumento, acompañó al Cristo del Amor hasta la parroquia de la Asunción, donde otro buen número de personas esperaba su llegada.
Viene siendo habitual en los últimos años que un grupo de hermanas realice el traslado de la imagen del Cristo el último día del triduo desde la Iglesia Santuario de María Auxiliadora hasta la capilla de la residencia salesiana, donde tiene lugar el besapiés el día siguiente. Este grupo de mujeres pidió al hermano mayor el poder portar al Cristo en este viacrucis. La idea pareció excelente a la junta de gobierno de la Hermandad y fueron ellas las que efectuaron el traslado, lo cual ha podido darle mayor realce. Por supuesto que quienes quisieron llevar sobre sus hombros en algún momento a nuestro Titular pudieron hacerlo.
Hay que dejar constancia del agradecimiento que numerosas personas del barrio de las Casas Nuevas han manifestado a la Hermandad por haber elegido sus calles como escenario para la celebración del viacrucis, agradecimiento que hacemos extensivo a la Agrupación de Cofradías y a todas y cada una de las hermandades montillanas.
Ojalá que, como decíamos arriba, sirva este acto como digna introducción del importante tiempo litúrgico que comenzamos.