Sin tiempo para un respiro y tras el periodo Navideño cargado este de ilusión y buenos deseos, de muchos momentos de convivencia familiar y de amistad, y sobre todo por el fuerte momento espiritual y religioso que estos días llevan consigo. Dejamos ya a un lado la farándula del consumismo en el que estamos inmersos, nos ponemos en marcha, hemos de seguir avanzando en la realidad que nos ha tocado vivir, afrontando la cruda incertidumbre que sufrimos cara este año nuevo que estrenamos.
Hoy estamos padeciendo muchas injusticias provocadas por intereses políticos y financieros, por la desmesura en el consumismo, por una carrera desenfrenada sin rumbo la cual no sabemos dónde acabara, todo muy lejos de los parámetros tradicionales en los que los valores han predominado siempre. Con esta realidad nos estamos encontrando con situaciones en la que la desigualdad, la precariedad laboral provocada por la gran escases de trabajo, nos llevan en muchos casos a no poder cubrir las necesidades mínimas de las familias, y como es normal siempre toca pagar a los más débiles. Son momentos muy parecidos al que le toco vivir a Don Bosco.
El supo salir adelante a pesar de los inconvenientes que sufrió, siempre en su estilo y confiando en Dios Padre que nos ama, superando cuantas adversidades se le presentaron. Nosotros hemos de ser valientes y afrontar sin miedo los retos que día a día se nos van a plantear y para ello contamos con el ejemplo de nuestro querido Padre, Maestro y Amigo Don Bosco. Siempre en la confianza de que no estaremos solos, Dios nos quiere por encima de todo.
Ahora después de la Navidad tenemos por delante dos momentos muy fuertes para seguir creciendo como creyentes en el entorno salesiano, el mes de enero nos pone más presente si cabe la figura de Don Bosco y lo celebraremos con la alegría que a él y a nosotros nos caracteriza, esta celebración será importante, pero será más importante si nos comprometemos a conocer mejor su vida para poder imitarlo y seguir con la obra para la que fue elegido. Nosotros que también hemos sido elegidos y hemos recibido el testigo para continuar con esta labor que es tan difícil pero maravillosa a la vez, debemos de ilusionarnos y creernos que unidos en torno a nuestro fundador podremos cambiar el entorno en el que vivimos, promoviendo que los valores que siempre han predominado se recuperen para nuestros jóvenes, seremos nosotros los responsables de que su futuro sea el más digno para crecer como personas.
El otro momento ya esta a la vuelta de la esquina, y es la llegada de la cuaresma, tiempo para afianzar nuestra Fe, para poner la mirada una vez más en el Stmo. Cristo del Amor, nuestro titular. El nos ayudara en la labor que desde la hermandad se está realizando, ayudando a personas de nuestro alrededor, siempre al estilo de Don Bosco.
Esta labor se concreta en el apoyo económico al proyecto de la Fundación Proyecto Don Bosco que se está realizando en nuestra Casa Salesiana y que ya es una realidad. También y con la ayuda fundamental del grupo de costaleros de nuestra hermandad, ellos se hacen cargo de la venta de lotería de Navidad, con la que se han recaudado unos beneficios, estos al igual que el año pasado se destinaran a necesidades de niños en su entorno escolar.